La tendencia de las marcas del sector del lujo a incrementar su red de boutiques propias es imparable, pero también lo es la de crear córners ubicados dentro de los establecimientos de sus distribuidores más prestigiosos y este es el caso del nuevo espacio Cartier en Quera Girona.
Normalmente, los dos aspectos que distingue un “córner” de una boutique son sus dimensiones y su independencia. Si atendemos a estos dos parámetros, es difícil calificar como “córner” al nuevo espacio Cartier de Quera ya que se acerca más a lo que normalmente entendemos como boutique.
Unos impresionantes 64 metros cuadrados son los que ocupa en nuevo espacio Cartier en Quera, una superficie mayor que la de muchas boutiques oficiales de otras marcas. Ello permite crear un clima muy exclusivo y aplicar en él todo el concepto de interiorismo de Cartier. Por otra parte, a pesar de integrarse en el mismo edificio que ocupa la boutique insignia de Quera en Girona, el espacio Cartier está totalmente separado, casi aislado del resto del establecimiento.
Además de incrementar el carácter independiente de este espacio, el gran pasillo que da paso a las tres zonas que constituyen el espacio Cartier en Quera ya invita a pensar que estamos ante algo más que un simple córner. Una vez accedemos al espacio principal, respiramos el típico ambiente del nuevo interiorismo que ha aplicado paulatinamente Cartier en sus boutiques más emblemáticas de todo el mundo. Si comparamos las imágenes de este nuevo espacio Cartier en Quera con las de su recientemente reformada boutique barcelonesa (artículo), apreciaremos de inmediato las similitudes estéticas, que caracterizan la imagen de marca de la legendaria firma parisina.
Apreciamos los materiales, las texturas y las tonalidades de color rojo, verde y champagne que identificamos con el universo Cartier. Las paredes están decoradas con un tejido artesanal hecho a partir de tres tipos de hilo cuidadosamente elegidos por la marca. El patrón de dicho tejido es exclusivo de Cartier, y está hecho a mano.
Evidentemente, no faltan los grandes símbolos de la marca parisina, como la Panthère que decora el reservado principal de este espacio. Siguiendo también la nueva filosofía decorativa de Cartier, se presta una especial atención a los detalles artesanales propios de la cultura histórica de la zona en la que se ubica el espacio, en este caso ejemplificados por las piezas realizadas a mano con la famosa cerámica de La Bisbal d’Empordà.
Siempre resulta difícil calificar una estética, pero a mí me transmite una sensación de lujo sutil y exquisito, carente de la ostentosidad típica de otras épocas, lo que me parece muy apropiado y adecuado a la sociedad actual.
Después de la reciente creación de su departamento “Certified Pre Owned” (artículo), la inauguración de este enorme espacio Cartier, reafirma la tendencia de Quera de crecer y expandirse, lo que ya le ha convertido en uno de los referentes relojeros-joyeros de la Península Ibérica y del sur de Europa.
