Prácticamente se podría decir que se ha convertido en una tradición, puesto que durante cada uno de los últimos años en los que la manufactura de Schaffhausen ha renovado una de sus colecciones al completo, el invitado de excepción y máximo representante de la nueva serie ha sido el modelo que ha albergado la complicación de calendario perpetuo con indicación digital de la fecha y del mes, acompañado de un cronógrafo con función flyback, que no por omitirse en el nombre con el que IWC ha bautizado a cada una de estas creaciones, pierde ni ápice de importancia tanto por su complicación como por la manera de implementarlo. Para encontrar el origen de esta serie debemos remontarnos al año 2009 y a la que probablemente represente la gran olvidada de las colecciones de IWC puesto que fue el Da Vinci Calendario Perpetuo Digital Fecha-Mes el responsable de albergar el primer calibre de la familia 8900. Más recientemente y en las que han supuesto las últimas grandes renovaciones de la manufactura los abanderados han sido el Spitfire Calendario Perpetuo Digital Fecha-Mes en 2012, el Ingenieur en 2013 y, finalmente, el Aquatimer en 2014. Por lo que a mí respecta, la esfera del Portugieser de este año es la más nítida, proporcionada y legible de todas las presentadas hasta la fecha con esta configuración. Difícil encontrar mejor manera de celebrar el que supone el 75 aniversario de la que probablemente sea la más emblemática de las colecciones de IWC.
LA CAJA
Una de las primeras conclusiones que se obtienen al fijarnos en los predecesores de este Portugieser Calendario Perpetuo es que en ninguna ocasión la caja se ha manufacturado en acero. En oro rojo para el Spitfire de 2012, en 2013 el material escogido para el Ingenieur fue el aluminuro de titanio y en 2014 el Aquatimer se vestía de titanio recubierto de caucho negro en combinación con oro rojo. En este 2015, el Portugieser se presenta en dos versiones por lo que respecta al material de caja: platino en edición limitada a 25 unidades y oro rojo en dos ediciones limitadas a 75 unidades, una con la esfera color plata y la otra con esfera negra. Una verdadera lástima, en mi opinión, que IWC haya renunciado por el momento a una versión de este calendario perpetuo en acero.
También resulta curioso el hecho de comprobar que, a pesar de albergar en su interior la misma familia de calibres con las mismas complicaciones, las dimensiones de la caja hayan variado de manera constante y, más sorprendente aún, su valor de estanqueidad. Al respecto de las dimensiones, los 45 mm de diámetro por 16,5 de altura del Portugieser aun siendo ciertamente contundentes – más aun en la versión de platino cuyo peso debe ser considerable – responden a las más contenidas si las comparamos con sus antecesores cuyos diámetros eran de 46 mm para el Spitfire y el Ingenieur y de unos excesivos 49 mm en el caso del Aquatimer del pasado año. También en el espesor de la caja sale airado el Portugieser con sus 16,5 mm dado que Spitfire, Ingenieur y Aquatimer presentaban unos valores de 17,5, 17 y 19 respectivamente.
En cuanto a la estanqueidad es ciertamente curioso que altere sus registros para cada modelo y que el Aquatimer, el diver por excelencia de IWC, no sea el que presente un valor más alto en este parámetro. Este año, de nuevo y por lo que a mí respecta, vuelve a cogerme por sorpresa al presentar el valor más reducido de todos los guardatiempos de esta serie de calendarios perpetuos con un valor ciertamente escaso de 3 bar (a modo de referencia, los registros anteriores fueron de 6 bar para el Spitfire, 12 bar para el Ingenieur y 10 para el Aquatimer).
EL DIAL
Si bien es cierto que la configuración del dial en cuanto a las disposición de las indicaciones responde a la habitual que podemos encontrar en cualquiera de las piezas de los modelos y años anteriores, personalmente opino que es aquí donde radica el gran atractivo de este Portugieser: el diseño de la esfera, su proporcionalidad, diafanidad y legibilidad son realmente excelentes. Se agradece que la manufactura haya renunciado a posibles tentaciones en cuanto al diseño de esta pieza que hubieran podido desembocar en la pérdida de su esencia. Es en el dial donde, como anticipábamos en el apartado anterior, encontramos el segundo rasgo que diferencia entre ellas a las dos versiones en caja de oro rojo.
En tanto que una mantiene el dial color plata de la versión en platino, la segunda recurre al color negro. Las agujas de horas y minutos, en forma de hoja estilizada y manufacturadas en el mismo material que el correspondiente a la caja según la versión, apuntan a una escala perimetral de tipo ferrocarril transferida en negro y reforzada en las posiciones de cinco minutos por pequeños índices aplicados. Acompañando a estos índices y en un radio ligeramente inferior, también aplicados, se muestran los numerales arábigos responsables de marcar la referencia de las posiciones horarias. El pequeño segundero del movimiento base lo encontramos situado en un dial subsidiario a las 6 con la manecilla a juego con las horarias.
En cuanto a las indicaciones del cronógrafo, todas ellas implementadas por medio de agujas azules, la trotadora de los segundos comparte eje con las de horas y minutos, en tanto que los dos contadores restantes – 12 horas y 60 minutos – comparten subdial a las 12 equilibrando al pequeño segundero sobre el eje vertical. Finalmente, el calendario perpetuo recurre a las indicaciones digitales de generosas dimensiones. Fecha y mes se complementan de manera perfecta, a izquierda y derecha del eje longitudinal del dial para mostrarse a través de dos ventanillas dobles responsables de mostrar decenas y unidades. Finalmente, también por ventanilla aunque de dimensiones mucho más reducidas y situada a las 6 del pequeño segundero, podemos consultar la información correspondiente al año bisiesto.
EL CALIBRE
Si anteriormente fueron el 8900 para el Spitfire y el 8902 en el caso del Ingenieur, este año el Portugieser repite el 8901 que el pasado 2014 latía en el interior del Aquatimer (hecho que volviendo al asunto de los diámetros de las cajas, hace que me resulte más difícil entender el por qué de esos 49 mm). De remonte automático y oscilando a una frecuencia de 4 Hz este movimiento responde a una calendario perpetuo digital de salto instantáneo con cronógrafo flyback. Sin duda alguna el corazón de este Portugieser es su tesoro más preciado. La reserva de marcha, a pesar de la energía que requiere un salto instantáneo de todas las indicaciones de un calendario perpetuo digital con grandes dígitos, es de unas perfectas 68 horas.
El fondo visto de la caja, visible a través del cristal de zafiro montado, permite observar algunos de los elementos que forman parte del nuevo diseño de este 8902 como su masa oscilante en oro rojo macizo con el medallón que incorpora la leyenda “Probus Scafusia” decoradas de forma más ornamentada que las versiones anteriores, acompañada de los tornillos pavonados que aportan el atractivo e inconfundible color azulado de este tratamiento.
Un valor añadido en este 2015 reside en las correas que montan estos Portugieser, manufacturadas por Santoni en color negro para la referencia en platino y marrón oscuro para las dos en oro rojo. En todos los casos el cierre es del tipo desplegable y está fabricado en el mismo material que la caja correspondiente.
CONCLUSIONES
Portugieser de los pies a la cabeza, este calendario perpetuo digital goza de una mecánica excelente que se traslada a su dial en una combinación ciertamente atractiva de complicaciones. Y lo hace una manera exquisitamente elegante, con sobriedad y consiguiendo una legibilidad óptima de las indicaciones ofrecidas.
Entre los principales puntos débiles, a modo personal, destacaría el hecho de que únicamente se produzca en versiones de materiales nobles para la caja y todas ellas en edición limitada y, por lo que a mi brazo respecta, unas dimensiones excesivas. Para acabar, 30 metros de resistencia al agua me parecen realmente justos y no entiendo el motivo de este registro tan bajo cuando IWC ha demostrado en sus modelos anteriores de calendario perpetuo digital que puede conseguir valores hasta cuatro veces superiores.
