El Ulysse Nardin Freak One obtiene el galardón Iconic Watch Prize en el Grand Prix d’Horlogerie de Genève (GPHG). Todos los premios que se conceden en este gran evento relojero son importantes pero en mi opinión el de Reloj Icónico es el más significativo de todos y el más difícil de obtener.
Obviamente, ser galardonado con el Gran Premio Aiguille d’Or en el GPHG otorga un gran prestigio, así como lo conceden los premios Petite Aiguille o cualquiera de los otros que se conceden en las diferentes categorías de relojes. No obstante, el concepto de reloj icónico va mucho más allá, ya que no se refiere a la mejor novedad de un año en concreto sino a un reloj que ha sido capaz de convertirse en leyenda o icono, lo que requiere una gran notoriedad durante un largo periodo de tiempo.
Los que nos leéis habitualmente ya sabéis que siento una especial predilección por el Freak de Ulysse Nardin, al que considero el icono relojero del siglo XXI. Tanto técnica como estéticamente, se basa en un concepto vanguardista tan único como fascinante. Además, Ulysse Nardin ha sido capaz de lanzar versiones, como el Freak X que lo han acercado a un público muy amplio, lo que también le distingue de la inmensa mayoría de relojes vanguardistas, solo accesibles para bolsillos extremadamente pudientes.
El GPHG Iconic Watch Prize fue recogido por Patrick Pruniaux, el dinámico CEO de Ulysse Nardin, que en los últimos años ha concedido a esta icónica firma suiza un impulso a todos los niveles pocas veces visto.
El premio se ha concedido concretamente al Freak One, pero tratándose de un galardón que encumbra un reloj como icónico, considero que en realidad se está homenajeando a todos los Freak, desde el primero presentado en el 2001 hasta el One que ha visto la luz este mismo año y al que dedicamos este artículo.
No me extenderé más sobre el Freak y sus diversas versiones ya que en todos estos años le hemos dedicado multitud de artículos. Realizando esta búsqueda, encontraréis el listado de todos estos artículos. No nos queda más que felicitar sinceramente a Ulysse Nardin por su Freak, un reloj que, premios aparte, pasará a formar parte de la historia de la relojería.
