Una semana es tiempo suficiente para forjarse una opinión bastante precisa de un reloj y este es el tiempo que el Omega Seamaster Summer Blue Ultra Deep ha pasado ceñido a mi muñeca. Durante un evento celebrado en Madrid, pude tener en mano todos los Seamaster que Omega ha creado para celebrar el 75 aniversario de esta colección (artículo) e inesperadamente, el que más me atrajo fue el Ultra Deep.
Los que leéis habitualmente mis artículos ya sabéis que solo recomiendo relojes de grandes dimensiones para personas que posean otros relojes de alta gama. De ahí surge mi sorpresa, ya que cuando vi en vivo este monstruo mecánico marino me pareció muy llevable, tanto desde el punto de vista funcional como del estético. Por ello me tentó la posibilidad de realizar una prueba de larga duración para corroborarlo, algo que por la complejidad logística que conlleva, hacía años que no llevaba a cabo.
El siguiente paso fue dirigirme a Daniel Casas, Brand Manager de Omega, que con su proverbial eficacia y amabilidad, accedió de inmediato a cederme un Seamaster Ultra Deep durante una semana. Pocos días después me entregó personalmente este impresionante Seamaster.
Un breve repaso a la historia del Ultra Deep de Omega
Los relojes de buceo, llamados «diver», forman parte de la longeva historia de Omega. El primer reloj diseñado para ser utilizado en el agua fue el Omega Marine de 1932. En 1948, conmemorando el centenario de la firma suiza, Omega lanzo el icónico Seamaster, una colección que desde entonces no ha parado de desarrollarse. El más extremo de estos desarrollos ha sido el Seamaster Planet Ocean Ultra Deep, que Omega lanzó al mercado con motivo de los «Omega Days» del 2022.
Omega Seamaster Planet Ocean Ultra Deep Professional
El origen del Ultra Deep se remonta al 2019, con un prototipo denominado «Ultra Deep Professional». Este instrumento de pulsera, fijado al sumergible «Limiting Factor» del aventurero Victor Vescovo, alcanzo los 10.928 metros de profundidad en la Fosa de las Marianas. Sobre él y esta inmersión publicamos este extenso artículo.
Las dimensiones del Ultra Deep Profesional eran tan extremas que todos dudamos de que llegara a producirse una versión comercial, pero Omega pensaba distinto. Tuvimos que esperar tres años para ver aparecer en el 2022 la versión «civil» del Ultra Deep, en la cual desaparece el término «Professional» (artículo).
La ergonomía del Seamaster Summer Blue Ultra Deep
Esta es una de las grandes claves de un reloj de buceo, ya que el nivel de su hermeticidad está directamente relacionado al grosor de su cristal y de los elementos externos de su caja. Si estamos ante un reloj como el Seamaster Summer Blue Ultra Deep, todo es más extremo. Hay que tener presente que los 600 bares de presión que garantiza este Seamaster son nada menos que 20 veces más que los 30 bares habituales de un reloj de buceo profesional.
Por ello resulta sorprendente que su caja «solo» mida 45,5 milímetros de diámetro por 18,1 mm de grosor. Estas dimensiones son muy inferiores a los imposibles 51 x 28.5 milímetros de la versión Professional. Como los milagros no existen, para lograr este adelgazamiento, Omega ha tenido que reducir a más o menos la mitad su hermeticidad, que aun y así es infinitamente superior a lo que necesitará jamás cualquier ser humano. Tanto la caja como el brazalete están realizados con O-MEGASTEEL, la aleación de acero propia de Omega que proporciona una dureza y una ligereza superiores al acero convencional.
Atendiendo a lo que realmente importa, después de una semana con el Seamaster Summer Blue Ultra Deep en mi muñeca, puedo concluir que es un reloj más cómodo de llevar de lo que dicen la cifras. Evidentemente, no es un substituto para los apasionados del Nautilus de Patek Philippe o del Royal Oak de Audemars Piguet, relojes que destacan por su polivalencia, su delgadez y su ligereza, pero sus prestaciones son muy superiores.
Las cualidades técnicas del Ultra Deep generan unas importantes exigencias físicas, entre las que destacan sus 254 gramos de peso. Sí, hablamos de un cuarto de quilo ceñido a la muñeca, y no no engañemos, es muy notorio. En este punto es cuando entramos en cuestiones de preferencias individuales; hay personas que aprecian no sentir el reloj y otras que valoran, casi tienen la necesidad de sentirlo. Obviamente, el Ultra Deep es el reloj perfecto para este segundo grupo.
No podemos cerrar el apartado ergonómico sin mencionar el sistema de ajuste fino que equipa el brazalete del Ultra Deep, que permite a su propietario ajustar con absoluta facilidad su longitud en un amplío margen de aproximadamente 1 centímetro. Este sistema, inicialmente pensado para ajustar al reloj al grosor extra que genera el traje de buceo, es igualmente útil para adaptar el brazalete a los cambios que sufre nuestra muñeca con las variaciones climáticas, de una estación a otra o incluso en el mismo día.
Otro aspecto concerniente a la caja es la ausencia de válvula de escape de helio, ya sea manual o automática. Ello se debe a que la extraordinaria robustez de la caja y el cristal imposibilitan que pueda explosionar debido a la presión que ejerce el helio, gas que se filtra en su interior en el buceo de saturación. Garantía de ello es que el Seamaster Ultra Deep cumple la norma ISO 6425:2018 para relojes de buceo de saturación, lo que está certificado por el Swiss Federal Institute of Metrology (METAS).
Esta es una cuestión que preocupa a muchos apasionados de los relojes de alta gama. Es un grupo de personas, entre las que me cuento, que valoran mucho la discreción. La respuesta es un rotundo no.
Como he mencionado al inicio de este artículo, conociendo los datos físicos del Ultra Deep, en el evento madrileño me sorprendió la contenida impresión visual que me transmitió. De ahí surgió la casi necesidad de probarlo durante un periodo mínimamente prolongado. Tenía que experimentar en condiciones de uso reales si resultaría, o no, un imán de miradas.
La imagen superior demuestra que el Ultra Deep, a pesar de su indiscutible tamaño, no parece exagerado una vez ceñido a la muñeca, más si tenemos en cuenta que la mía es más bien delgada, de 16,5 cm de diámetro. La conclusión es que, aunque parezca un disparate, el Ultra Deep es un reloj bastante discreto que no generó ninguna atención especial, ni siquiera en un restaurante lleno de comensales.
La fascinante esfera del Omega Seamaster Ultra Deep
Probablemente, el elemento que más influyó en la atracción que me causo el Ultra Deep la primera vez que lo tuve en la mano fue su esfera. Esta es la que diferencia esta versión «Summer» 75 aniversario de las demás variantes estéticas de este reloj de buceo extremo.
En ella predomina el azul en todos su elementos, donde destaca ante todo su exquisito fondo. En él se reproduce, con acabado lacado y de forma altamente fiel, el fondo del abismo Challenger, la zona más profunda de la fosa de las Marianas. Esta representación no tiene nada de arbitraria, ya que es este el punto al que llegó el Ultra Deep Professional fijado a la estructura del sumergible «Limiting Factor», lo que implicó un record mundial de inmersión.
Un detalle aun más extraordinario es que si sometemos este fondo de esfera a la luz de una lámpara ultravioleta veremos aparecer de forma casi mágica el texto «OMEGA WAS HERE» (OMEGA ESTUVO AQUÍ), señalando el punto del récord mundial, de 10.935 metros de profundidad, y mostrando también las tres fosas separadas llamadas Piscina Occidental, Central y Oriental.
Otro aspecto que diferencia esta esfera «summer» de las convencionales del Ultra Deep es que sus índices horarios y sus agujas están tratados con SuperLuminova de un color azul celeste, el mismo tratamiento luminiscente que encontramos en el índice del bisel. En condiciones habituales de oscuridad me ha dado la sensación de que su luminiscencia era menor que la habitual, pero es posible que este tono sea más eficaz en las profundidades marinas.
Obviamente, todo lo que aporta el fondo de esta esfera no tiene ninguna relación con la ergonomía o funcionalidad del reloj, pero sí con su exclusividad y con el probable incremento de valor futuro de este Seamaster. Aparte de todo ello, personalmente, a mí me parece una esfera extraordinariamente atractiva desde el punto de vista estético.
El fondo de la caja es macizo y en él encontramos grabada la figura de Poseidon, el único ser, aunque ficticio, que podría exprimir todo el provecho funcional de este Ultra Deep. Esta opacidad nos impedirá admirar el calibre 8912 que protege en sus interior.
Con ello entramos en otro de los apartados cruciales de una prueba real de un reloj; su precisión de marcha. En mis primeros análisis de este tipo, hace ya 20 años, seguía un método exageradamente escrupuloso en cuanto al número de horas que el reloj pasaba en cada una de las cuatro posiciones física posibles en las que podemos dejar en reposo un reloj.
Al final, me di cuenta de que era absurdo, ya que la finalidad de una prueba real es reproducir las condiciones habituales y ello no comporta una regularidad absoluta en cuanto a las horas que el reloj pasa en tu muñeca y en la posición en que lo dejas reposar por la noche.
Por tanto, las condiciones de uso del Seamaster Ultra Deep han sido las mismas a las que someto a cualquiera de mis relojes. Der todos modos, he procurado alternar, aunque de forma irregular las dos posiciones lógicas de descanso de un reloj con brazalete; corona arriba y corona abajo. He descartado las posiciones de esfera arriba y abajo dado que, aunque son las más habituales en un reloj con correa, no lo son en uno con brazalete ya que estas posiciones generan inevitables arañazos debido al roce entre el brazalete y la caja.
No voy entrar en el detalle de las características técnicas de este calibre ni de condición de co-axial o de certificados METAS. Estos aspectos ya los hemos comentado a fondo en la multitud de artículos que hemos dedicado a los relojes Omega de la era moderna. Aquí de lo que se trata es de transmitir mis conclusiones en condiciones de uso real y, en este sentido, puedo manifestar que el Seamaster Ultrea Deep es le reloj más extraordinariamente preciso que he probado en mi vida.
Incluso me atrevería a decir que será el más preciso que probaré jamás, ya que después de los primeros cuatro días, su variación ha sido de 0 segundos!. A partir del quinto día, me limité a dejarlo descansar para disminuir al mínimo su reserva de marcha y provocar así una desviación cronométrica. Y sí, lo conseguí, en este periodo adelantó 1,5 segundos…. ridículamente impresionante!. Una desviación que sería espectacular en cualquier reloj en condiciones óptimas, la consigue el Ultra Deep en las peores condiciones de par de fuerza.
Conclusiones sobre el Omega Seamaster Summer Blue Ultra Deep
El resumen de estos siete días de prueba en condiciones reales, es que el Seamaster Ultra Deep es un reloj que me ha resultado extraordinariamente atractivo. Si además nos referimos concretamente a esta versión 75 aniversario, su esfera le convierte en algo aun más atractivo y especial.
A pesar de su tamaño y peso, no resulta incómodo, ni siquiera en muñecas de diámetro medio-bajo. Por si fuera poco, el Omega Seamaster Ultra Deep es el reloj más preciso de cuantos he tenido o probado en mi vida, que ya son bastantes. Además de todo esto, puedo afirmar algo que nunca pensé que llegaría a decir de un reloj de estas dimensiones y tamaño; lo considero adecuado incluso como único reloj de uso diario.
El precio del Omega Seamaster Summer Blue Ultra Deep es de 14.100 €, una cifra alta, pero acorde a la calidad del reloj. En este sentido es importante considerar que el precio de esta versión «Summer» es tan solo 400 € más elevada que el de las versiones de catálogo del Ultra Deep, con lo cual mi recomendación es obvia. Quien este pensando en adquirirlo, que se de la mayor prisa posible ya que, aparte de su atractivo adicional, el valor futuro de mercado de esta versión 75 aniversario compensará con creces dicha diferencia de precio.
