Catorce años han sido los que han transcurrido desde que Maximilian Büsser iniciara su andadura en solitario con la fundación de MB&F y por fin ha reunido la valentía y creatividad necesarias para superar su asignatura pendiente y lanzar su primera pieza femenina. El Legacy Machine FlyingT es una verdadera maravilla se mire por donde se mire, una obra de arte que combina de manera exquisita la alta relojería con la alta joyería. La espera ha valido la pena y la nota en esa asignatura pendiente ha sido de Summa Cum Laude.
Como era de esperar, Büsser no ha tomado el camino fácil. ¿Que cuál es ese camino fácil? Pues como él mismo argumenta con toda lógica y a la vista de la práctica comúnmente extendida, la manera más rápida de crear un reloj femenino hubiera sido tomar una de sus Legacy Machine, disminuir el tamaño, cambiar el color, aplicar el engaste de piedras preciosas y … ¡voilà! ya tenemos un reloj femenino.
Nada más lejos de la realidad. Todo en el Legacy Machine FlyingT es nuevo. Desde el concepto hasta el diseño pasando por el movimiento mecánico que le da la vida. Cierto, la esencia es la de las Legacy Machine, pero porque debe serlo. Todas las referencias del Legacy Machine FlyingT presentan una caja de 38,5 mm (excelente!) manufacturada en oro blanco y completamente engastada con 120 diamantes talla brillante. A partir de aquí nacen las distintas versiones.
Antes de pasar a las distintas variantes del Legacy Machine FlyingT, hablemos de su altura. Como bien sabéis, habitualmente comentamos el valor de este parámetro conjuntamente con el diámetro de la caja. Pero en esta ocasión no es lógico hacerlo. Y es que el grosor de este guardatiempos es de 20 mm, aunque no en el modo en el que concebimos esta dimensión. Huelgan las explicaciones a la vista de las imágenes. La cúpula de zafiro que cubre la esfera de este FlyingT es atractiva e insultantemente abovedada a partes iguales. Motivos estéticos aparte, queda claro que esta convexidad es necesaria para crear el espacio necesario para el tourbillon volante que se erige como un pilar en el corazón del guardatiempos.
La primera de las versiones implementa únicamente el engaste mencionado en la caja, en tanto que la pletina del movimiento está lacada en negro. A esta referencia, que tiene un precio de venta de 100.000 € antes de impuestos, se le añaden 21 brillantes en la hebilla de la correa más 1 en la parte superior de la jaula del tourbillon y, finalmente, 26 en las coronas (la de la izquierda para el remonte y la de la derecha para la puesta en hora). Es decir, la referencia con la pletina de laca negra suma un total de 168 diamantes talla brillante.
La esfera que alberga las únicas indicaciones de horas y minutos está lacada en blanco y sus agujas, pavonadas, son del tipo serpentine. Inclinada en un ángulo de 50º y orientada de manera exclusiva hacia los ojos de su portadora, este delicado disco parece estar apoyado sobre la columna central del movimiento que culmina con el tourbillon.
La segunda versión eleva el engastado a la condición de pavé al cubrir por completo la pletina con un total de 390 diamantes talla brillante. El total de este pavé asciende a 558 gemas y, su precio de venta se eleva hasta los 125.000 € (sin incluir impuestos). En este caso, el disco de horas y minutos sustituye la laca blanca por la negra y el pavonado por el rodinizado en las agujas.
Finalmente, la tercera y última variante del Legacy Machine FlyingT repite un engastado completo aunque en esta ocasión los diamantes talla brillante se sustituyen por otros de talla baguette (y su precio alcanza la cota de 278.000 €) que se distribuyen del siguiente modo: 134 diamantes de talla baguette en la esfera, 124 en la caja, 12 en la hebilla y 24 en las coronas. A estos les acompañan 2 brillantes en las coronas y el ya conocido en la parte más alta del tourbillon.
Para las tres ediciones, las opciones de correa consisten en piel de becerro o aligátor con la hebilla en oro blanco engastada.
Como es garantía en cualquier pieza de MB&F, el movimiento que alimenta las funciones horarias es, sino el principal, uno de los más importantes protagonistas del conjunto. La columna que se abre paso a través de la esfera de este FlyingT corrobora que, para nada, estamos ante ninguna excepción de esas que dicen que confirma la regla. Pero el espectáculo sigue si le damos la vuelta al reloj para descubrir una masa oscilante que reproduce un sol tridimensional combinando el oro rojo con el titanio y platino.
La frecuencia de oscilación de este calibre integrado por un total de 280 componentes es de 18.000 alternancias por hora (2,5 Hz) y la reserva de marcha disponible de unas excelentes 100 horas.
Me gustaría ver un Legacy Machine FlyingT sin ningún tipo de engaste …