El Geophysic, lanzado en el año 1958, es uno de los relojes icónicos en la longeva historia de Jaeger-LeCoultre. Siguiendo una lógica y en la mayoría de ocasiones acertada tendencia actual en el sector de la Alta Relojería, Jaeger-LeCoultre lo reeditó el año pasado con un alto grado de exactitud. Ahora, con motivo del Watches & Wonders que se ha celebrado en Hong Kong, el Jaeger-LeCoultre Geophysic sufre inesperados e importantes cambios.
Estos cambios no afectan a la reedición lanzada en el 2104, que se mantiene en el catálogo y no varía en absoluto, ni en su apartado técnico ni en el estético. La sorpresa consiste en que ahora el Geophysic se convierte en una colección, ya que Jaeger nos anuncia los nuevos Geophysic True Second y Universal Time. Pero, como veremos a continuación, la importancia de estos cambios va más allá, ya que con la llegada de estos nuevos modelos, el Geophysic recibe también nuevos movimientos y sufre cambios estructurales que afectan a su filosofía histórica.
El primero de los nuevos modelos se denomina Geophysic True Second y, al igual que la reedición presentada el año pasado, se trata de un reloj del tipo «solo hora», denominación que en relojería utilizamos para clasificar a los relojes que, aparte del indicación del tiempo, no comportan ninguna complicación adicional. Aunque en este caso, siendo estrictos, debemos señalar que el True Time también aporta la indicación de la fecha mediante una ventana ubicada a las 3 horas.
Por tanto, a simple vista parece una duplicidad con al reloj conmemorativo del 2014. Pero si lo analizamos con mas detalle veremos que se diferencia de él en muchos aspectos. El primero de ellos, de índole estética, afecta especialmente a su esfera, donde vemos que tanto la geometría de las agujas como de sus índices se aparta de la del modelo histórico de 1958.
La segunda diferencia, y la más importante a nivel técnico, afecta al movimiento que alberga, el nuevo calibre 770 de Jaeger-LeCoultre. Este nuevo movimiento mejora drásticamente al veterano calibre 891/1 del Geophysic presentado el año pasado, tanto en el apartado técnico como en el de acabados, que sin llegar a las exquisiteces de los movimientos de auténtica Alta Relojería, representa una enorme salto cualitativo con respecto a su antecesor. Quizás por ello, Jaeger no ha resistido la tentación de mostrar el movimiento implantando cristal de zafiro en el fondo de la caja, lo cual es comprensible, pero que a su vez destruye el ADN del Geophysic original, ya que pierde sus cualidades anti-magnéticas.
Una variante de este nuevo y flamante calibre, el 772, equipa el segundo Geophysic que nos presenta Jaeger-LeCoultre y que ilustra la imagen de cabecera de este artículo. La variación en el movimiento es obligatoria, ya que este nuevo Geophysic Universal Time nos ofrece la complicación de Horas Mundiales, que como ya sabéis nos permite consultar simultáneamente la hora de los diferentes husos horarios que rigen el tiempo oficial en el mundo. Como es lógico y obligado por las indicaciones que nos ofrece, el Universal Time aun se aparta más desde el punto de vista estético del Geophysic histórico.