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Este nuevo Bulgari Octo no es un retorno genérico a Gerald Genta, pero sí un retorno a sus orígenes. Gerald Genta diseñó muchos relojes, pero los años setenta, con el Royal Oak y el Nautilus, fueron sin duda su época dorada. Dos diseños que revolucionaron la relojería y han marcado la evolución del sector hasta nuestros días.

La revolución de Genta se basó en dos conceptos inexistentes antes de 1972: Alta Relojería deportiva y caja de acero con brazalete integrado. Un tercer concepto revolucionario se basó en un rasgo estructural fundamental en la geometría de su diseño: el octógono. Tanto el Royal Oak de Audemars Piguet como el Nautilis de Patek Philippe basaron gran parte de su identidad en un bisel de geometría octogonal. A partir de ese momento, prácticamente todas las marcas incidieron en ese nuevo concepto de reloj. Anteriormente, en 1969, Gerald Genta había fundado una marca con su nombre que curiosamente no obtuvo tanto éxito como sus creaciones para terceros. Hoy en día la marca Gerald Genta ha desaparecido como tal, ya que en 1999 fue adquirida por Bulgari, marca bajo la cual se comercializan los relojes desde el año 2010.

Nautilus y Royal Oak actuales

Durante las últimas décadas, los relojes Gerald Genta han seguido la línea que el diseñador inició en los años setenta, pero como es lógico diferenciándose o evolucionando los diseños del Royal Oak y Nautilus. A pesar de sobrevivir durante muchos años, no se puede decir que sus nuevas creaciones fueran un éxito rotundo ni que marcaran ninguna nueva tendencia. Pensándolo fríamente es algo natural, ya que si un diseño o un concepto se ha mantenido vigente durante más de 40 años y no ha perdido ni un ápice de fuerza ni de ventas, significa que está muy cerca de la perfección, con lo cual, mejorarlo partiendo de la misma base es un objetivo casi utópico.

bulgari octo 2

Al contrario que los primeros Royal Oak y Nautilus, la mayoría de relojes Gerald Genta albergaban complicaciones de mayor o menor complejidad. Ello implica necesariamente que su esfera pierde pureza y nitidez, dos cualidades que, además de las citadas, eran y son un rasgo indisociable del ADN de los míticos relojes de Audemars y Patek. Incluso ya bajo la marca Bulgari, sus relojes siguen albergando complicaciones e indicaciones suplementarias en su esfera.

Ahora, con este nuevo Octo, Bulgari retorna sin tapujos a todos los elementos clave de las creaciones de Genta de los setenta: diseño simétrico, bisel octogonal, caja de acero, indicaciones básicas y diámetro contenido. Evidentemente no se podía “calcar” el Royal Oak o el Nautilus, por lo que Bulgari ha aplicado toda una serie de rasgos propios, pero sin apartarse de la mayoría de los conceptos iniciales.

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Si analizamos la carrura de la caja, de 41,5 mm de diámetro, veremos que mantiene la forma octogonal característica de Bulgari. Algo que encaja a la perfección con la geometría del bisel, ya que sigue el mismo patrón. En ella no encontraremos la más mínima linea curva y sus numerosos ángulos son fuertemente marcados. Como es habitual en los relojes de alto nivel, la carrura del Octo combina el acabado satinado con el pulido. Pero el mayor y más sutil rasgo de diseño de este nuevo Octo lo encontramos en su bisel, que al fin y al cabo es la parte más visible de la caja de cualquier reloj.

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El bisel del Nautilus es octogonal con caras ligeramente curvadas, tanto en su parte interna como en la externa. El del Royal Oak es octogonal en su perímetro externo, pero circular en el interno. A simple vista, el bisel de este nuevo Octo es totalmente circular externa e internamente, aunque no es del todo cierto. En la imagen superior podemos apreciar lo que podríamos denominar como bisel doble. Uno inferior totalmente octogonal por sus dos caras al cual se superpone otro circular. La zona externa de la base del bisel queda un tanto disimulada ya que parece que se integre en la carrura, pero la interna, que queda por debajo del cristal, es la que domina visualmente la estética de este reloj.

En el sentido de la nitidez, la esfera del Octo conserva el ADN de las creaciones míticas de Gerald Genta: índices rectangulares aplicados, tres agujas centrales y fechador ubicado a las 3 horas. Hasta aquí un patrón idéntico al del Royal Oak y Nautilus, pero hay dos aspectos en los que se aparta de la linea inicial. Por un lado, el fondo de dicha esfera rehuye de motivos decorativos y es totalmente liso, recurriendo al siempre sofisticado lacado. Por otro lado, si observamos agujas e índices, veremos que carecen de materia luminiscente. A pesar de su considerable hermeticidad de 10 bares, estos dos detalles, aunque parezcan nimios, confieren al Octo un carácter menos neutro y mucho más decantado hacia un reloj que prima la elegancia ante todo.

Hay un tercer aspecto, de suma importancia, que diferencia aun más el Octo de las creaciones de Genta de los setenta. Se trata de su pulsera realizada en piel de aligator. El brazalete metálico integrado, que junto con la geometría octogonal eran y son los dos rasgos principales del Royal Oak y del Nautilus, aquí desaparece. Ello acentúa aun más el carácter elegante del Octo, al tiempo que nuevamente le resta versatilidad. Dicho de otro modo, no veo a este Bulgari Octo como candidato a único reloj personal. Lo veo como un reloj de exquisito diseño contemporáneo, que obligatoriamente debe ser complementado por otro reloj de caracter deportivo.

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El movimiento que anima este Octo es el calibre de carga automática BVL 193. Las funciones son las básicas de horas, minutos y segundos, complementadas por la indicación de la fecha por ventanilla. Menos convencional es su sistema de producción de energía, compuesto por un doble barrilete que proporciona 50 horas de reserva de marcha. Dichas 50 horas me parecen bastante escasas para un mecanismo con dos barriletes, ya que poco mejoran las 42 y 48 horas habituales en calibres de un solo barrilete. La única lógica que deduzco de este sistema es que los dos muelles que albergan los barriletes deben ser de longitud menor a la convencional, con lo que la estabilidad de la fuerza que proporcionan debe ser mayor y por tanto originar una menor variación de amplitud de oscilación del volante a lo largo de todo su recorrido. En una palabra, una mejor precisión cronométrica. Aunque esta teoría totalmente propia y arriesgada solo la puede confirmar el tiempo.

Dejando ya aparte las inevitables comparaciones y el concepto octógonal, creo que este nuevo Bulgari es un pleno acierto de la marca italiana. Han partido de la filosofía estética más exitosa en la historia del reloj de pulsera, pero al mismo tiempo le han aplicado una serie de rasgos diferenciales que le confieren una clara personalidad propia.

Algunos aspectos que ya he comentado le restan versatilidad, pero acentúan su exquisitez y distinción. Su diámetro, de 41,5 milímetros, se puede considerar contenido en un reloj redondo, pero en un reloj con la geometría del Octo la superficie real es bastante mayor, como lo es el tamaño que transmite visualmente.

Inicialmente se ofrece con caja de acero y con caja de oro rosa. El precio previsto, de aproximadamente 9.000 € para la versión de acero, se puede considerar de  contenido y sin duda favorecerá el previsible éxito comercial de este Bulgari Octo.

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Décadas de pasión heredada por la relojería. 17 años transmitiendo esta pasión por internet. Primero fue MundoPanerai, luego Cronomundi, ahora Watch-Test. Unos proyectos que nacieron bajo una idea muy clara que se mantiene en el tiempo: el lector busca opinión de calidad y fiable. Con toda la subjetividad que conlleva, opinión y crítica razonada es lo que pienso seguir ofreciendo.

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