Por un lado, no hay nada inusual en esto; el Daytona, GMT Master II y Submariner tienen modelos de dos tonos. La pregunta real es si será el primer paso hacia la versión mucho más popular de sólo acero, y cúando será realidad. Si ha tardado cuatro años en aparecer la version bi-metal desde que el Yacht-Master II salió al mercado en oro rosa o blanco, ¿deberemos esperar hasta el 2015?. De momento, para aquellos que han estado esperando este reloj representa una reducción sustancial en el precio de compra.
Repasemos las características principales del Yacht-Master II. La novedad más importante que presentó frente a su hermano Yacht-Master, es que está equipado con un sistema de cuenta atrás programable con memoria mecánica. Se trata de una rareza de la relojería, innovadora e inédita, que se basa en la interacción entre el movimiento y el bisel. Permite al capitán programar la duración de la cuenta atrás antes de la salida de la regata, de 1 a 10 minutos. Una vez está en marcha la cuenta atrás, puede, si lo necesita, sincronizar su cronógrafo con la cuenta atrás oficial de la carrera. El principio funcional del reloj se basa en un invento crucial: el bisel «Ring Command», exclusividad diseñada y desarrollada por Rolex. El bisel giratorio a 90° interactúa con el movimiento, y sirve para programar y después bloquear el tiempo de la cuenta atrás.
Este reloj incorpora el movimiento 4160, latiendo a 28.000 alternancias por hora. Este calibre basado en el 4130 del Daytona, está dotado de una espiral Parachrom azul con una curva Breguet, diez veces más resistente a los golpes e insensible a los campos magnéticos. Esta innovación de Rolex confiere al reloj un excelente resultado cronométrico, certificado por el Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC).
La cuenta atrás está controlada por una rueda de pilares y un embrague vertical. De carga automática con rotor Perpetual, el mecanismo del Yacht-Master II dispone de una reserva de marcha de 72 horas. La hermeticidad del Yacht-Master II está garantizada hasta 100 metros.
La caja del modelo Yacht-Master II, de 42,6 mm, está tallada en un bloque de acero 904L extremadamente resistente a la corrosión. Presenta todas las características de hermeticidad propias de los relojes Oyster, sobre todo, gracias a su corona Triplock, que se enrosca a la caja en una unión tan hermética como la escotilla de un submarino. La caja tiene pulsadores a ambos lados de la corona: el pulsador start/stop, situado a las 2 h, sirve para iniciar y detener la cuenta atrás. El pulsador reset, situado a las 4 h, cumple tres funciones : programar, sincronizar e iniciar la cuenta atrás. Cabe destacar su suavidad de funcionamiento.
El bisel, así como las mallas centrales del brazalete, son de oro Everose. El disco Cerachrom azul del bisel, también patentado y fabricado por Rolex, posee propiedades que lo hacen prácticamente imposible de rayar e inalterable. Los números y letras son grabados con incrustaciones de oro
La esfera del Yacht-Master II, es de lectura fácil. Sin embargo, sólo la de las horas, los minutos y los índices están tratados con material luminiscente. Sí, las regatas se corren solamente durante el día, pero habría preferido que más elementos fueran visibles cuando oscurece.
El brazalete Oysterlock, en acero 904L y oro Everose de 18 quilates, incorpora el sistema de extensión Easylink, proporcionando una gran capacidad de adaptación cuando la temperatura aumenta. Personalmente, ha sido uno de los brazaletes más cómodos que he llevado, sólo superado por el del Omega Speedmaster.
Al igual que el cronógrafo Daytona en que se basa este reloj, el Yacht-Master II prescinde del indicador de fecha, lo que contribuye a una vista limpia de la esfera. Mientras que muchos consumidores todavía sentimos que una indicación de fecha es absolutamente indispensable en el dial de un reloj, un creciente número parecen estar dispuestos a vivir él, como lo demuestra la demanda aún fuerte de los Daytona «dateless» siete años después de su lanzamiento.
Esperemos que, más pronto que tarde, aparezca la versión sólo acero. Aunque bien pensado…… las regatas con un toque de oro siempre son más fashion, no?