Aunque casi nunca nos fijamos en este componente, el cristal que cubre la esfera es imprescindibles en todo reloj, asegurando su visibilidad y protección.

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El cristal es una parte indispensable del reloj. Normalmente no se le presta demasiada atención, pero su papel es totalmente imprescindible: ofreciéndose como una continuación de la caja, su transparencia permite visualizar limpiamente la esfera mientras cierra el paso a cualquier tipo de agresión externa, ya sea física o química, que pudiera afectar al interior del reloj.

En los siglos pasados el cristal del reloj era frágil y se rompía con mucha facilidad. Por eso en algunos relojes de bolsillo se empleaba cristal de roca, un cristal natural nítido y brillante pero muy delicado. El empleo del reloj de pulsera convirtió esta fragilidad en un verdadero problema, al dejarlo expuesto a múltiples peligros, y en algunos casos, como los relojes militares o deportivos, se recurrió a soluciones como una rejilla protectora que actuaba como escudo, a pesar de limitar considerablemente su legibilidad. En la actualidad se suele utilizar el plástico, el vidrio mineral, más duro y blanco, o el cristal de zafiro (corindón) en la Alta Relojería.

Panerai 6152/1 (1955) con cristal de plexiglas

Panerai 6152/1 (1955), con cristal de plexiglas  – vintagepanerai.com

Un poco de historia

No se puede asegurar quiénes fueron sus descubridores. El célebre historiador romano Plinio el Viejo cuenta que, al regresar de Egipto hacia su patria, un grupo de fenicios hicieron un alto en Sidón. Encendieron el fuego, prepararon la comida y calzaron las ollas entre dos bloques de natrón (carbonato de sodio), mercancía que ellos transportaban y que entonces se utilizaba para el teñido de la lana. Después de comer se quedaron dormidos y dejaron el fuego encendido. Cuando despertaron fue muy grande su sorpresa, pues en lugar de los bloques de natrón había unos sólidos transparentes y luminosos como piedras preciosas. Creyendo que un genio había obrado un milagro, se arrodillaron en señal de adoración. Pero Zelú, jefe de la caravana, advirtió que había desaparecido la arena que estaba debajo de los bloques de natrón. Encendieron nuevamente fuego sobre la arena y, al cabo de algunas horas, de aquellas cenizas salió un colado rojo y humeante. Antes de que la arena incandescente se enfriara, Zelú tomó un poco de esa materia extraña y, modeló un vaso. ¡El vidrio había sido descubierto!.

Dado el carácter legendario de la narración, no podemos aseverar que hayan sido los fenicios los descubridores del vidrio, pero podemos decir que, junto con los egipcios, figuran entre sus primeros artífices. Pruebas bastante atendibles son los descubrimientos hechos en tumbas antiquísimas (del año 2.000 antes de Cristo). Entre los tesoros de inmenso valor que solían ponerse al lado de las momias de los faraones, se encontraron cuentas de vidrio de variados colores, admirablemente trabajadas. Los egipcios se dedicaron, sobre todo, a la producción de objetos artísticos y decorativos, y se especializaron en el colorido, como lo prueban las piezas encontradas en las tumbas de Tel-el-Amán. Tanto los fenicios como los egipcios llegaron a ser los maestros de esta industria y los abastecedores más requeridos de la época.

vasija egipcia de vidrio

vasija egipcia de vidrio

Pero la transparencia del vidrio se impuso siglos después con la introducción por parte de los romanos del soplado que hizo posible su producción a gran escala. Durnate el Imperio Romano se desarrollaron la mayor parte de las técnicas decorativas sobre vidrio que conocemos hoy en día.

Como es bien sabido, la Edad Media supuso un oscurecimiento general en la vida de Europa y el vidrio no fue ajeno a ello. Su textura adquirió una coloración verdosa, resultado de su fabricación con plantas marinas traídas del Mediterráneo y la técnica de los romanos apenas varió en siglos. El florecer de este material como objeto de lujo tuvo lugar en el siglo X gracias a la aparición del cristal más famoso del mundo, el cristal de Venecia, en pleno Renacimiento. Gracias a su excelente calidad, su fragilidad característica y su incorruptible transparencia, el cristallo veneciano, cuya producción se concentraba en la isla Murano, dominó el mercado hasta bien entrado el siglo XVIII, aunque fue en el siglo XIV cuando alcanzó su máximo esplendor. A fines del siglo XIII, el Consejo de los Diez ordenó que las fábricas de vidrio se trasladaran a la isla de Murano, para evitar que se difundieran los secretos de su elaboración. El título de “maestro vidriero” tenía carácter honorífico y los secretos de la fabricación pasaban de padres a hijos.
El vidrio vivió una segunda juventud con el descubrimiento en Alemania de nuevas técnicas para tratar este material. Precisamente una región del Imperio Alemán, Bohemia (en la actual República Checa), se ha convertido desde entonces en signo de distinción en materia vidria y ejemplo de refinamiento traslúcido.

Cristal de Bohemia, siglo XIX

Cristal de Bohemia, siglo XIX

Hoy en día el vidrio nos acompaña en todo momento y sus múltiples usos lo han convertido en un objeto cotidiano infravalorado; ha pasado de ser un objeto de lujo emparentado con las piedras preciosas a mero recipiente donde sorber agua. Pero al fin y al cabo, el cristal no deja de ser una extraña aleación de arena, sal y fuego, con un resultado aún más incoherente: la transparencia.

Tipos de cristal

Actualmente, los cristales que podemos encontrar protegiendo la esfera de los relojes son de tres tipos, cada uno de ellos con unas características físicas propias y con unos procesos de fabricación muy diferentes que son los que finalmente determinarán el precio de coste y, por tanto, su utilización en una categoría de relojes o en otra.

Diferentes geometrías de cristales

 La gran ventaja de este compuesto plástico creado a finales de los años 30 del siglo pasado, aparte de su reducido precio, es que permite que los rasguños leves pueden ser pulidos con facilidad, un hecho especialmente interesante debido a su escasa resistencia física.

Rolex Submariner vintage con cristal acrílico

Rolex Submariner vintage con cristal acrílico – bobswatches.com

Su nacimiento está relacionado con la aparición del reloj de pulsera y su anteriormente citada necesidad de una mayor protección al estar más expuesto a los golpes que los de bolsillo. El nombre más  popular con que se conoce es el de Plexiglas, aunque cabe recordar que no es un material en sí mismo, sino el nombre comercial del polimetilmetacrilato con que la empresa Röhm and Haas Company lo patentó en 1933, y que actualmente se vende bajo multitud de nombres dependiendo del fabricante: Plexiglas, Lucite, Limacryl, Plazcryl, Acrylex, Acrylite, Acrylplast, Altuglas, Polycast o Lucite, son algunos de ellos.

Omega Speedmaster Profesional (Hesalite)

Omega Speedmaster Profesional – cristal de hesalita (acrílico)

Si su calidad es inferior respecto a las del zafiro, ¿porqué se siguen presentando relojes de alta gama con cristales acrílicos?: generalmente se utilizan en referencias que reeditan modelos vintage, manteniendo así la pureza histórica del modelo original a través de su cálida y especial transparencia que nos remonta a muchas décadas atrás.

Es el más común en los relojes y se utiliza sobre todo en relojes de gama media debido a su dureza superior respecto el acrílico y su bajo coste. Se obtiene a partir de la sílice mediante un proceso de fundido y enfriado controlado. Los cristales minerales se endurecen creando zonas de sobretensión que mejoran su resistencia a los impactos. Esto se hace sometiendo el cristal a una fuente de calor para, a continuación, enfriándolo repentinamente, consiguiendo con ello una descompensación de temperatura entre el interior y el exterior. También se puede endurecer por procedimientos químicos, recubriendo el cristal con una capa iónica superficial, que le otorga cierta flexibilidad.
El uso de este tipo de material se generalizó a partir de la década de los 60 y 70, cuando la aparición de los relojes deportivos y de buceo provocó la demanda de un aumento en la resistencia del cristal.

Sin duda, el mejor material con que cubrir la esfera de un reloj de alta gama es el zafiro, tanto por su transparencia y dureza como por su durabilidad. Este cristal sintético fue creado en 1902 por un químico francés llamado Auguste Verneuil, y tiene la misma composición química que el zafiro natural y sus mismas propiedades, siendo el segundo mineral más duro tras el diamante: 9 en la escala de Mohs, donde el diamante alcanza el 10. En términos prácticos, es casi imposible de arañar a menos que vayamos con un puñado de diamantes en el bolsillo. Además de duro, es fuerte. Su resistencia a la compresión es de 2.000 mega pascales, 10 veces la resistencia del acero.
Dureza, transparencia, resistencia, durabilidad… ¿puntos en contra?. Como cabía esperar, su precio, lo que restringe su uso a aquellos relojes a partir de cierto nivel de precio.

Fabricación de cristales de zafiro - breitling.com

Fabricación de cristales de zafiro – breitling.com

El avance técnico de los últimos años ha conllevado que el zafiro haya superado su uso como cubierta de la esfera o en ella misma, sino que es un material utilizado para fabricar complejas y espectaculares cajas. Primero fue Omega que en el 2011 se atrevió a utilizar el cristal de zafiro en la carrura de la caja de su De Ville Hour Vision, una complicación superada por el Richard Mille RM 056 Felipe Massa Sapphire (2012) o el Hublot Big Bang Unico Sapphire (2016),  ambos con la caja completamente realizada en zafiro. Y por si no fuera poco, el año pasado Chopard nos sorprendió con el L.U.C Full Strike, un repetición de minutos cuyos timbres están fabricados… sí, en cristal de zafiro.

Hublot Big Bag Unico Sapphire

Hublot Big Bag Unico Sapphire

Chopard L.U.C Full Strike

Chopard L.U.C Full Strike

La normativa

La normativa relojera respecto al cristal se recoge en el NIHS (Normativa Suiza de la Industria Relojera), y hace referencia en el título 6 sobre los componentes del reloj. Esta normativa es equiparable a la normativa internacional ISO 14368 sobre cristales minerales y de zafiro:

NIHS 61-11 (ISO 14368-1 del año 2000). En esta parte se especifican las dimensiones y tolerancias de ambos cristales. Es aplicable a cristales curvados y planos con diámetros de 8 a 35 mm.

NIHS 61-12 (ISO 154368-2 del año 2003). Se regula el ensamblaje del cristal con la caja mediante juntas y adhesivos.

NIHS 61-13 (ISO 14368-3 del año 2003). Se establecen los tipos de defectos y los métodos para revisarlos.

NIHS 61-30. Se establece la normativa respecto a los tratamientos anti-reflejo de los cristales.

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Ingeniero geólogo, Master en Geología Marina y Master en Restauración Medioambiental, Co-fundador y editor en Watch-test. Opinión, pasión y rigor, son los pilares fundamentales que sustentan la redacción de mis artículos. La clave, disfrutar de una profesión que coincide con mi afición.

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