El Tambour Bushido Automata que nos desvela Louis Vuitton es una pieza excepcional, que reúne excelencia mecánica con la máxima sofisticación decorativa. Este no es el primer Tambour de Louis Vuitton que recurre a un mecanismo autómata. El Tambour Carpe Diem del 2021, que presentaba en su esfera un cráneo y una serpiente, fue el primero. En el 2023 le siguió el Tambor Opera Automata, una creación que homenajeaba el arte de «cambiar máscaras» de Bian Lian de la Ópera de Sichuan.
Ahora en el 2025, llega el turno del Bushido, lo que nos parece indicar que la presentación de relojes autómatas tendrá una frecuencia bianual. En esta ocasión volvemos a visitar Japón de la mano de los legendarios guerreros Samurai y de su código de valores, denominado Bushido, cuyo eje central era la máscara de su armadura y su poder de intimidación. Esta mascara es también el elemento central de la animación que Louis Vuitton nos presenta a través de la esfera de este Bushido.
El diámetro de la caja, de 46,8 milímetros, es enorme. Por contra, su grosor de 14,4 mm puede considerase como contenido para este tipo de reloj. Este elemento externo está realizada en oro rosa y profusamente decorado mediante diversas técnicas artesanales en miniatura. Una gran parte de la superficie de la carrura está grabada con un motivo granulado, y será sobre ella que posteriormente se aplicará un esmaltado rojo translúcido. El resultado es ciertamente espectacular y evoca perfectamente la cultura japonesa, en la cual el color rojo ocupa un lugar predominante.
En el lado derecho de la carrura encontramos la enorme corona, que sirve para ajustar las funciones horarias, y el también el pulsador que activa la animación de los autómatas de la esfera. Como en todo reloj Tambour, el lateral del bisel prácticamente está en el mismo plano que el de la carrura. En dicho bisel y el la superficie de la carrura encontramos un profuso grabado. En el lateral del bisel encontramos esculpido el nombre de LOUIS VUITTON.
En la esfera es donde se escenifica la reproducción de la mascara característica de los Samurai y la del Monte Fuji. A través de una ventana ubicada en el casco de la máscara, se muestra la hora, que actúa de forma saltante. En el cuadrante inferior izquierdo de la esfera encontramos el índice de 60 unidades, correspondiente a los minutos, que se indica mediante una Katana (espada japonesa) que actúa de forma retrógrada.
La máscara es la protagonista dominante de la esfera del Tambour Bushido y para su elaboración, Louis Vuitton recurre al grabado manual. Esta técnica se combina con las de esmalte paillonné, esmalte cloisonné y pintura en miniatura. En la máscara es también donde se concentran las cinco animaciones que ofrece el Bushido.
Mediante una presión sobre el pulsador se activa el mecanismo autómata. El primer efecto móvil consiste en que el Yokai, una criatura sobrenatural simbólica, se mueve hacia los lados de la apertura del casco para revelar la hora, que con los movimientos autómatas sin activar permanece oculta. Simultáneamente, la Katana se desplaza para indicarnos los minutos. El ojo izquierdo, con aspecto de flor de Monograma LV, se transforma para revelar pétalos con extremos puntiagudos. La boca se abre, dejando paso a la palabra “Bushido” representada con caracteres japoneses de color rojo y rodeada por dos filas de dientes de nácar.
El Louis Vuitton Bushido alberga el Calibre LV 525, un movimiento mecánico de carga manual desarrollado por La Fabrique du Temps, la manufactura relojera suiza de Louis Vuitton. Se trata de un mecanismo autómata, lo que implica que presenta partes decorativas móviles. En este caso es el responsable de las 5 animaciones que nos ofrece su esfera. El Calibre LV 525 esta formado por 426 componentes, su volante oscila a una frecuencia de 21.600 alternancias por hora y genera una reserva de marcha de 100 horas.
El Louis Vuitton Tambour Bushido Automata equipa una correa realizada en piel de becerro texturizada de color rojo. El cierre es del tipo desplegable de oro rosa. No se anuncia ninguna limitación en la producción del Bushido aunque, sin duda, la condicionará la misma complejidad de su manufactura. El precio está a la altura de lo extraordinario de esta pieza; 840.000 EUR.
