Después de las buenas noticias recibidas a finales de octubre por parte de la Comco (Comisión de Competencia de Suiza) dando el permiso definitivo para detener gradualmente el suministro a terceros, el 2013 finaliza con una mala noticia para Swatch Group. El pasado domingo 29 de diciembre a las 8:45 de la mañana, se declaró un incendio en el departamento de galvánica del edificio principal de ETA ubicado en Grenchen. Por suerte, y aunque el taller ha sido destruido por completo, nadie ha resultado herido debido a que la fábrica estaba cerrada. Gracias a la rápida y eficaz intervención del grupo de bomberos propios y del cuerpo de bomberos de la ciudad de Grenchen, las llamas no afectaron a los talleres más próximos. El fuego quedó bajo control a las 09:30, y se logró sofocar poco después de las 11:00.
Como medida de prevención y debido al denso humo, la Policía del cantón de Solothurn informó a la población y aconsejó quedarse en casa con las puertas y ventanas cerradas por miedo a la posible contaminación química. Una vez controlada, funcionarios locales levantaron esta recomendación.
Las causas del incendio aún no se conocen, aunque los daños que ha causado son considerables. Según Swatch todavía es demasiado temprano para poner una cifra, pero la policía local valoró los desperfectos en varios cientos de miles de francos suizos. El presidente ejecutivo de Swatch, Nick Hayek, comentó a la radio suiza que el incendio había golpeado «el corazón de la producción» de ETA, todo está devastado». Además del taller quemado, el salón de actos también ha sido afectado, presentando daños por humo.
Aunque el incendio pueda representar un inconveniente importante, tened en cuenta la pequeña extensión del incendio, tanto en dimensión física como en afectación temporal, sobretodo teniendo en cuenta las consecuencias si el fuego hubiera destruido la fábrica por completo. Si se confirman las primeras evaluaciones antes citadas, no creo que suponga un problema demasiado grave para el gigante suizo, ya que la empresa podrá recurrir a otros proveedores. Lo que no está claro es la rapidez con la que podrá ajustar su producción, ni si el retraso en la fabricación que ocasionará será de semanas o meses.
Fotos cortesía de: Corriere del Ticcino