Los años 50 fue una época realmente fructífera para Longines. En esa década vieron la luz modelos como el Conquest (1954), el Silver Arrow (1956), el Flagship (1957) o el Jamboree (1959), unas colecciones que fueron las primeras en tener nombre propio más allá de un número de referencia, iniciándose así una estrategia de marketing que incluye la concepción del producto. Si el Conquest y el Flagship renacieron de sus cenizas a raíz de sus respectivos 60º aniversarios celebrados en 2014 y 2017 respectivamente, ahora es el turno del Silver Arrow., un reloj elegante típico de la época cuya funcionalidad se completaba con el particular diseño estriado de sus índices horarios.
La aventura de este modelo empieza en 1955, año en que Longines organiza un concurso interno para bautizar su nueva pieza de diseño vanguardista. De una de las 450 propuestas sale el nombre, Silver Arrow, en referencia a los famosos bólidos de Mercedes-Benz que dominaban los circuitos de carreras de la F1 de aquel entonces. Al igual que otras reediciones de la marca, el Silver Arrow mantiene el aspecto y la sensación del original gracias a que mantiene una caja de acero con la misma geometría y una esfera prácticamente idéntica.
Longines Silver Arrow – circa 1956
Como es habitual, el nuevo Silver Arrow es más grande que el original: de los aproximadamente 35 mm de diámetro del vintage se pasa ahora a 38,50 mm y 9,90 mm de grosor, un tamaño realmente contenido para los estándares actuales. La caja clásica conserva la mayoría de los elementos distintivos del reloj original, es decir, fabricada en acero, bisel liso y asas biseladas en ángulo. Por último, el cristal de zafiro abovedado imita el aspecto del plexiglás.
La esfera abovedada presenta un acabado plateado opalino rodeado por un anillo metalizado perimetral con la escala de minutos/segundos y discretas inserciones en Super-LumiNova en las posiciones horarias. Pero lo más interesante son los emblemáticos índices estriados característicos de los primeros Silver Arrow, que se combinan con manecillas de horas y minutos en forma de espada y una fina aplicación de sustancia luminiscente en sus ejes central, y una delicada manecilla segundera central.
Por suerte, Longines ha decidido no «ensuciar» la esfera ni retorcer su espíritu histórico con una ventana de fecha (tal como hizo con el Legend Diver en la segunda versión de su reedición) o un «automatic». Únicamente encontramos los elementos originales: el logotipo de reloj de arena alado bajo las 12 y el estilizado Silver Arrow con la tipografía histórica a las 6 en punto. Simple, fiel al original, elegante y distintiva, la esfera es el protagonista absoluto de este remake.
Si los Conquest y Flagship implementaban en su trasera un hermoso emblema en forma de medallón esmaltado de «olas y estrellas» o una carabela respectivamente, el Silver Arrow luce el mismo grabado «Silver Arrow» de los vintage: un avión supersónico volando a través de las estrellas.
Bajo esta trasera se aloja el calibre L888.5, un movimiento automático basado en el ETA 2892. Latiendo a una frecuencia de 3,5 Hz (25.500 alternancias por hora), su reserva de marcha alcanza la excelente cifra de 72 horas. Además, está equipado con un espiral silicio en ara de una mayor precisión y resistencia a los campos magnéticos. Cabe destacar que Longines ofrece una garantía de 5 años.
Con el número de referencia L2.834.4.72.2, el Longines Silver Arrow se entrega con una correa de cuero marrón sin costuras, y su precio es de 2.100 $ (de momento, sólo aparece en la web de Longines USA).
