Además de ser el principal socio de la Federación Internacional de Esquí (FIS) y cronometrador oficial de la Copa del Mundo de esquí alpino y de los Campeonatos del Mundo que organiza la FIS, Longines reafirma su larga asociación con el mundo del esquí alpino en el último siglo gracias a una nueva edición limitada dedicada al Marco Odermatt.
El Longines Conquest nace en 1954
Situémonos en los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial. La marca se enfrenta a un panorama realmente complicado, tanto por la situación económica mundial como por la dura competencia de sus rivales.
En 1944, Alfred Pfister, el director técnico de Longines desde 1918, informó al consejo de administración que su departamento había iniciado una línea de investigación y desarrollo destinada a concebir el primer reloj de remonte automático de la marca. Un año después, en 1945, se fabricó una primera serie de ébauches de movimientos automáticos (calibres 22 y 22AS) que debutaron en el interior de relojes comercializados en los años siguientes.
El 5 de mayo de 1954, Longines registró el nombre Conquest en la Oficina Federal de la Propiedad Intelectual, la culminación comercial del proceso iniciado 10 años atrás. El desarrollo de relojes de remonte automático resultó también una magnífica ocasión de ensayar una nueva política de marketing, con el lanzamiento de referencias destinadas al mercado global. Hasta ese momento, Longines, como el resto de empresas relojeras suizas, desarrollaban calibres para ser implementados en los relojes de diferente manera según las preferencias y gustos de los consumidores locales. Este modelo de localización alcanzaron su punto máximo en el caso de los Estados Unidos, debido a los movimientos que se exportan a Nueva York para ser montados en territorio de los EE.UU.
Siguiendo estos nuevos principios, el Conquest fue el primer modelo global de Longines. Además, también fue la primera vez que la firma de Saint-Imier bautiza con un nombre específico a una colección de relojes, con la idea de distinguir este producto en el mercado mundial. Se eligió un nombre de resonancia agradable, fácil de pronunciar en todas las lenguas y apropiado para un producto de lujo; en definitiva, el eje sobre el que pivota toda la novedosa estrategia publicitaria unificada a nivel mundial. Siguiendo la estela de su rotundo éxito, al Conquest le siguieron relojes tan significativos para la marca como el SIlver Arrow o el Flagship, lanzados bajo las mismas directrices comerciales los años 1956 y 1957 respectivamente.
Conquest Chronograph Marco Odermatt
El Conquest Chronograph Marco Odermatt mantiene la misma arquitectura de los Conquest Chronograph de la colección estándar, diferenciándose del modelo con esfera azul en algunos pequeños detalles estéticos. La caja de acero de acabado pulido y cepillado mide 42 mm de diámetro y su grosor es de 14,30 mm, culminada por un bisel fijo de acero con un anillo cerámico azul grabado con una escala taquimétrica. La corona atornillada y sus suaves protectores está flanqueada por los dos pulsadores cronográficos de tipo pistón. Con un fondo también atornillado y un cristal de zafiro, su hermeticidad es de 100 m. Dicho fondo implementa transferido un Globo de Cristal, el emblema de la Copa del Mundo de esquí alpino, que Odermatt ha ganado en las dos últimas temporadas.
La esfera azul con rayos de sol acoge tres subesferas plateadas con decoración en contraste, un dinámico diseño que le aporta deportividad: pequeño segundero, totalizador de 12 horas y totalizador de 30 minutos a las 3, 6 y 9 horas respectivamente, con las manecillas de los dos últimos en rojo para facilitar su identificación como indicaciones de la función cronográfica junto a la trotadora central. La decoración acaracolada de las subesferas es otro de los rasgos identificativos de esta edición especial.
Además de la evidente ausencia de la función de fecha, los índices horarios facetados de tipo bastón están aplicados y facetados, y junto a las manecillas de horas y minutos están recubiertas con Super-LumiNova blanca. Para conjugar con las subesferas, el estrecho anillo adosado a la escala de segundos perimetral también es plateado.
Lamentablemente, esta edición limitada Marco Odermatt no se entrega con un polivalente brazalete de acero, sino que se acompaña de una correa de tela azul con costuras blancas y cuatro puntadas rojas a juego con el color de las agujas del cronógrafo, y una hebilla desplegable con un sistema de microajuste. Se entrega con una correa NATO azul adicional.
En el interior encontramos el calibre Longines L898.5, una adaptación del cronógrafo modular ETA 2892, un mecanismo de remonte automático que late a 28.800 alternancias por hora, ofrece una reserva de marcha de 59 horas e implementa una espiral de silicio amagnética. La platina base exhibe perlado, mientras que la masa oscilante está decorada con Côtes de Genève.
En recuerdo a los 2024 puntos del campeón suizo de esquí, la producción del Longines Conquest Chronograph Marco Odermatt está limitada a 2042 unidades. Su precio de venta es de 4.500 €.
