A escasas dos semanas de la inauguración de la feria de Baselworld, HYT vuelve a sorprendernos con una creación que rompe con la habitual estructura circular de sus guardatiempos. Si el HYT H2 se ofrecía como una evolución del HYT H1, el H3 inaugura un concepto totalmente nuevo para la marca gracias a su indicación lineal, tanto de las horas como de los minutos, sin renunciar a la razón de ser de la firma, la hidromecánica, mediante dos fuelles que inyectan y mueven un fluido por un capilar al ritmo horario.
La primera vez que he visto el H3, me ha asaltado una sensación de dejà vue, ya que su indicación lineal me ha recordado, salvando las distancias, al UR-CC1, un reloj de otra marca que también se destaca por mostrarnos la función horaria de una forma bien particular: Urwerk.
HYT vuelve a recurrir al titanio, con acabado PVD negro antracita satinado, para fabricar la novedosa caja rectangular de perfil más o menos fusiforme (¿no os recuerda al MB&F HM5?). Con 62 mm de ancho, 41 mm de altura y 16 mm de grosor, se corona con un cristal de zafiro rectangular curvado de grandes dimensiones, conformando un diseño que bien podría recordarnos a un televisor de formato panorámico en el que dan un film de ciencia-ficción.
La estructura del H3 se ha diseñado entorno a la premisa de la indicación horaria lineal, cuyos componentes ocupan más del tercio superior de la esfera. Lo primero que observamos es que, después de pasar por una ubicación paralela en el H1, y en V en el H2, los dos fuelles que impulsan y regulan el fluido se sitúan uno frente al otro. Mientras el de la izquierda se comprime al impulsar el fluido, el fuelle derecho se dilata y compensa la sobre-presión. El capilar de menos de un milímetro de diámetro contiene dos fluidos: uno acuoso de color verde, y otro de viscoso translúcido, separados por un menisco que nos marca la hora en la escala. Ésta es precisamente una de las principales innovaciones de este reloj: se trata de un prisma rotatorio de base cuadrada situado en posición horizontal que nos muestra en cada una de sus cuatro caras un intervalo correlativo de seis horas (de 0 a 5, de 6 a 11, de 12 a 17 y de 18 a 23), obteniendo así las 24 que corresponden a un día. Mientras las otras tres quedan ocultas, la cara que se exhibe contiene la sección correspondiente a las horas en curso. Al final de cada período de 6 horas, el fluido indicador efectúa un movimiento retrógrado en un corto período de tiempo, un breve instante durante el cual el prisma horario gira 90º hacia adelante, permitiendo así un salto horario semi-instantáneo. Lo más interesante a nivel mecánico es que el propio movimiento retrógrado del líquido provoca que el calibre recupere la energía almacenada en el fuelle, proporcionando así la fuerza necesaria para rotar la escala de las horas. En el vídeo al final del artículo podéis admirar su funcionamiento.
Coherentemente con la orientación lineal del H3, la indicación de los minutos sigue la misma pauta. En la zona central derecha se implementa una escala de 60 minutos grabada en un cristal de zafiro, que es recorrida por un doble brazo articulado. Al llegar a los 60 minutos, el mecanismo retrógrado vuelve instantáneamente a su punto de partida.
El ajuste horario se realiza mediante un pulsador que se encuentra en la carrura izquierda. A cada pulsación, la barra central horaria hace un cuarto de vuelta sobre sí misma. Este concepto permite un ajuste rápido del intervalo de tiempo deseado en saltos de 6 horas. A continuación, el movimiento circular de la corona permite ajustar, dentro de este rango, la hora exacta elegida y los minutos asociados. Tal como podemos observar en el indicador situado en la esquina inferior derecha, dicha corona permite tres posiciones: H, para sincronizar el reloj, la R para su remonte manual, y la posición N que corresponde a neutro.
Y si con todo esta coreografía hidromecánica retrógrada no tuviéramos suficiente, el H3 exhibe el órgano regulador en todo su esplendor a la izquierda de la esfera, con el volante suspendido en alto mediante un puente con dos delgados brazos de soporte que se anclan en la misma esquina del dial, mientras la rueda de escape y el áncora asoman justo debajo del órgano regulador.
Sus dos barriletes entregan una reserva de marcha de 172 horas, unos 7 días realmente impresionantes si tenemos en cuenta la gran cantidad de energía que se necesita para mover este tipo de indicaciones. Ambos barriletes son perfectamente visibles desde la trasera de zafiro, y justo encima suyo se ubica el indicador de reserva de marcha.
Para su diseño mecánico, HYT ha vuelto a recurrir a APRP (Audemars Piguet Renaud & Papi), repitiendo la colaboración iniciada con el HYT H2.
El HYT H3 es una edición limitada a 25 unidades que irán siendo entregadas a sus afortunados propietarios a partir de setiembre de este año. A pesar de ser un reloj con una legibilidad y precisión de lectura bastante alejada de ser ideal, de lucir un tamaño de difícil encaje, y de carecer de una mínima polivalencia, el H3 me parece un reloj tremendamente espectacular tanto desde el punto de vista estético como mecánico, una de esas creaciones que de vez en cuando logran despertar nuestra admiración.
