La historia de Rudis Sylva es la historia de Jacky Epitaux. Nacido en la región de las Franches Montagnes, después de trabajar cerca de once años en Dixi (empresa fabricante de máquinas herramienta), Epitaux tendría su primer contacto con la relojería al iniciar su actividad en Zenith que, por aquel entonces, era propiedad de Dixi. Allí trabajó con François Manfredini y Didier Leibundgut (actualmente propietario de Pequignet) en la reubicación de la marca alrededor de su famoso calibre El Primero. Fue precisamente durante este período que Epitaux descubriría su pasión por la relojería y por los oficios ligados a ella.
Cuando Zenith fue comprada por LVMH, se trasladó al holding de empresas R&R como vicepresidente de ventas y marketing. Después de varios movimientos entre las distintas empresas del grupo, Epitaux decidió crear su propia firma: Rudis Sylva. Ya asentado en la población de Les Bois y dada la histórica herencia del lugar como suministradores de componentes para la industria relojera, decidió ir un paso más allá y establecer su manufactura en esta localidad. Precisamente en la fachada de una granja de Les Bois propiedad de su tío se puede encontrar uno de los relojes de sol más bellos de Suiza y que data del año 1750. En la superficie de este reloj puede leerse la frase en latín que se convertiría el lema de Rudis Sylva: “Ultima forsan” (La última hora, quizás). Esta frase la encontramos grabada a mano en el fondo de las cajas de las creaciones de Rudis Sylva, así como una reproducción del mencionado reloj de sol esmaltado también a mano.