“ Crear relojes de excepción, realizados en series muy exclusivas, inspirados en las invenciones y diseños del maestro relojero Ferdinand Berthoud ”. Con esta explícita declaración de intenciones se presentó en 2014 la Chronométrie Ferdinand Berthoud, la firma del grupo Chopard que recupera, gracias al interés de Karl-Friedrich Scheufele, el nombre y legado del relojero suizo nacido en 1727. Su primera creación fue el sorprendente Chronomèter FB 1, un reloj de caja octogonal que implementaba el fascinante calibre FB-T.F-C (un tourbillon y con un sistema de transmisión huso-cadena), que fue ganador del máximo galardón del Grand Prix d’Horlogerie de Genève de 2016, l’Aiguille d’Or. Después de cinco años en que hemos visto nacer varias versiones del FB 1, Ferdinand Berthoud da un paso adelante y presenta su segunda colección con el FB 2RE, su primer reloj redondo que, prescindiendo del tourbillon, suma un remontoir d’egalité a su impresionante y ya imprescindible transmisión huso-cadena. En mi opinión, el FB 2RE es la mejor creación de la marca y, sin duda, uno de los mejores relojes de este 2020, sino el mejor.
Ferdinand Berthoud, Maestro Relojero del Rey y de la Armada
Remontémonos hasta mediados del siglo XVIII, una época en que Inglaterra y Francia están embarcados en una batalla por el dominio de los océanos. Para ello, es imprescindible el desarrollo de una herramienta que permita calcular la longitud durante los viajes marítimos: un reloj. Numerosos relojeros de renombre experimentan con nuevas técnicas a fin de poner a punto un instrumento de medida fiable y preciso, que soporte los movimientos del barco y los cambios de temperatura.
Tras el éxito de las pruebas realizadas en la mar a los Relojes Marinos N°6 y N°8 entre 1768 y 1769 (dos cromómetros que se conservan en el Museo de Artes y Oficios de Paris), Ferdinand Berthoud recibe de Luis XV en 1770 el codiciado título de Maestro Relojero-Mecánico del Rey y de la Armada y obtiene el encargo real de fabricar 20 Relojes Marinos que se van a utilizar durante las numerosas campañas de cartografía y recopilación de datos hidrográficos que tendrán lugar a finales del siglo XVIII.
250 años después, la Chronométrie Ferdinand Berthoud presenta una nueva colección, el Chronomètre FB 2RE, inspirado en la arquitectura y diseño del Reloj Marino N°6. Su construcción robusta e instrumental se ha traducido en la caja modular del nuevo FB 2RE, cuyos diferentes componentes se mantiene unidas por grandes tornillos y pernos.
Nueva caja redonda
El FB 2RE arregla de un plumazo el único «pero» que le podía encontrar al FB 1, la forma octogonal de su caja, al adoptar la tradicional geometría redonda… aunque por otra parte también es cierto que pierde uno de sus elementos más identificativos, y con él, parte de su fuerte personalidad.
Fabricada en dos versiones de oro gris u oro rosa, la caja mantiene las medidas generosas de su antecesor, con un diámetro de 44 mm y un grosor de 14,30 mm (respecto los 13 mm del FB 1). Sin duda, algunos preferirían una caja más pequeña y elegante, pero no es posible reducir significativamente su tamaño debido a las dimensiones del movimiento.
Se basa en una carrura cilíndrica de acabado satinado a la que se unen unas cortas asas pulidas mediante unos visibles pernos de sección cuadrada. La gran corona moleteada se resguarda detrás de dos piezas atornilladas y pulidas que actúan como protectores de discreto grosor. Un detalle a destacar es que dicha corona continúa mantiene su aspecto instrumental. Dar cuerda al reloj es un placer, ya que la sensación de remontar el sistema huso-cadena es tremendamente suave, muy táctil y de sonido embriagador. Para salvaguardar su integridad, el sistema se desconecta cuando la cadena está totalmente enrollada.
En su lado contrario, a las 10 horas, encontramos una gran ventana panorámica parecida a la del FB 1, un cristal de zafiro dentro de un marco atornillado que permite observar la arquitectura en pilares del movimiento, así como el barrilete y su cadena.
El bisel cóncavo de acabado pulido (satinado en su borde) da paso a un gran cristal de zafiro abovedado, un material que también está presente en el fondo de la caja y nos permite disfrutar del espectáculo que ofrece el calibre FB-RE.FC. La hermeticidad del conjunto es de 30 metros.
Esfera con esmalte Grand Feu
Mucho más simple y más clásico que la caja, la esfera no estaría fuera de lugar en un cronómetro marino o un reloj de bolsillo por su diseño e impecable legibilidad. Presidida por el esmalte Grand Feu, blanco para la versión en oro gris y negro para la de oro rosa, la esfera muestra dos partes bien diferenciadas. El anillo exterior, ligeramente abovedado, contiene la escala de minutos/segundos chemin de fer con numerales arábigos y una escala horaria mediante doce grandes números romanos.
Por su parte, la zona central plana se sitúa, empotrada, a un nivel inferior. En ella se acomodan las manecillas de horas y minutos, ambas esqueletadas, fabricadas en oro y azuladas (o en oro rosa) , manteniendo la misma geometría en espada característica de Ferdinand Berthoud. En cambio, la delicada y larga manecilla de los segundos está realizada en titanio, esmerilado y también azulado o dorado. Además, incluye el nombre de la firma bajo las 12 horas y la inscripción Chronomètre Val-de-Travers en arco sobre las 6 horas.
La base de la esfera es de acero, en lugar de la plata u oro habituales, una decisión que permite ofrecer una esfera más delgada, ya que la base de acero no requiere el contraesmaltado que debería aplicarse en el reverso de la esfera para evitar deformaciones. Todas las escalas y leyendas en la esfera también han sido realizadas con esmalte Grand Feu.